Otra vez se nos ha ido el verano. Ayer los informativos volvieron a dar la típica noticia de relleno que lo confirma: “la lista de propósitos de cara al nuevo curso que comienza”: ir al gimnasio, aprender inglés, perder los kilos que sobran, dedicar menos tiempo a ver el móvil, etc… Es ya una tradición.
El final del verano se lleva los amaneceres sin despertador, los soleados paseos en chancletas y pantalón corto, las doradas tardes de piscina, el terraceo infinito, las dulces siestas, y los atardeceres lánguidos. En definitiva, un porrón de momentos que ayudarán a que nuestro maltrecho cerebro encuentre un poquito de paz, con tan sólo recordarlos. También es bonito rememorar todas las amistades nuevas que hemos hecho durante el verano. En este sentido, y como bien sabes que la actividad de El Refugio no para ni un solo día del año, queremos compartir contigo este precioso pase de imágenes que ilustra el batallón de pequeños a los que hemos tenido el honor de poder salvar este verano, y también los retratos de aquéllos que han encontrado a sus Adoptícolas (varias de estas adopciones, además, han sido dobles, lo cual es más fabuloso aún).
Tanto unos como otros, han sido muchos y por ellos recordaremos este verano para siempre. También somos conscientes de la inmensa felicidad que esta galería de imágenes va a generar a todas las personas que colaboráis para que la labor de El Refugio sea posible: ¡¡va por vosotr@s!!
Si te enamoras de alguno de los peques que vas a ver a continuación, no dudes en escribirnos a adopta@elrefugio.org y os organizamos una cita. ¡Son todos tan preciosos…!